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2024-05-14
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Música Clásica para la Relajación y la Meditación
2020-06-11 15:13:14
Duración (h:m:s): 1:09:58
El canto gregoriano es el canto propio de la liturgia de la Iglesia Católica Romana. Heredado de una antiquísima tradición, este repertorio musical fue compuesto principalmente a partir de versículos de la Biblia en lengua latina. La historia del canto gregoriano es compleja: su origen y su desarrollo inicial no se conocen con certeza. Aunque la elaboración del canto gregoriano recibió muchas influencias de la música judía y griega, el gregoriano es principalmente latino. En Occidente, durante de los siglos III y IV, sobre la base de melodías recitativas de las primeras liturgias cristianas, se constituye una primera colección de cantos eclesiásticos con melodías muy sencillas. Varias regiones desarrollan un repertorio local propio: los cantos romanos, beneventanos (sur de Italia), milaneses o ambrosianos (norte de Italia), hispánicos y galicanos. Desde el siglo V al VII, los papas, principalmente León el Magno, Gelasio y Gregorio Magno a quien el canto gregoriano debe su nombre) contribuyen a la organización del repertorio a lo largo del año litúrgico. A mediados del siglo VIII, el reino franco de Pipino III el Breve adoptará la liturgia romana. Así los cantores romanos cruzan entonces los Alpes y la transmiten los cantos litúrgicos de Roma de manera oral, puesto que los manuscritos contenían los textos de los cantos pero no su melodía. Así en el norte de la Galia aparece un nuevo repertorio, fusión de elementos del canto romano y del galicano. Con Carlomagno, y gracias a los monasterios benedictinos que lo difunden por toda la cristiandad de Occidente, lo que se conocía ya como “canto gregoriano” alcanza su máximo esplendor. Durante el siglo X, el repertorio irá aumentando y se copia en manuscritos con distintas notaciones musicales. La lenta introducción del tetragrama en el siglo XI permite una transmisión más precisa de las melodías. Al final de la Edad Media, con la aparición de la polifonía, que deforma la frase, la melodía y sobre todo el ritmo del texto, el canto gregoriano entra en una etapa de declive progresivo. Tras ser descartado por el Renacimiento y el Protestantismo, se hicieron muchos intentos para restituir el canto gregoriano en base a la música moderna de principios del siglo XVII. Desfigurado y desnaturalizado, pierde su pureza y su poder expresivo al servicio de la plegaria de la Iglesia. Fue Dom Próspero Guéranger (1805-1875) quien tomó la iniciativa de restaurar el canto gregoriano a través de los manuscritos antiguos que se habían conservado. Este arduo trabajo, que la Iglesia encargó a la Abadía de Solesmes tras León XIII, se fue realizando en el taller de paleografía gregoriana del monasterio. Éste sigue en activo hoy en día para que, como deseaba el papa Pío X, todo el mundo pueda rezar ayudado por la belleza de la música. Formas musicales gregorianas El canto gregoriano forma parte de la tradición de la Iglesia Católica. Éste tiene, por su propia naturaleza, un lugar central en la liturgia, en la celebración y la plegaria del pueblo de Dios. El repertorio gregoriano se encuentra en los libros litúrgicos, principalmente en el Gradual para las piezas que se emplean la Misa y el Antifonario para las del Oficio Divino. Los cantos de la Misa El Gradual, libro que contiene las piezas gregorianas cantadas durante la Eucaristía, se compone de tres grandes partes: el Propio, el Común y el Ordinario. El Propio contiene las piezas para cada domingo del Año litúrgico (Adviento, Cuaresma, Pascua, Tiempo ordinario), las fiestas del Señor y las de los santos. Estas piezas son: el Introito, el Gradual, el Aleluya, el canto de ofertorio y el canto de comunión. También contiene los tractos, que se cantan antes de la lectura evangélica en las Misas de Cuaresma, y las cuatro secuencias (Victimæ paschali laudes, Veni Sancte Spiritus, Lauda Sion, Stabat Mater). El Común reúne las piezas que se cantan en las fiestas de los santos que no tienen piezas propias. Así se agrupan en las piezas en diferentes grupos de comunes según las categorías de los santos. Además de los cánticos del Propio y el Común, la celebración de la misa incluye cantos con texto fijo, independientemente del día o fiesta: el Ordinario, que incluye el Kyrie, el Gloria, el Credo, el Sanctus y el Agnus Dei. El gradual ofrece distintas melodías para las piezas del ordinario, que se eligen dependiendo del tiempo litúrgico y de las categorías de las fiestas. El Oficio Divino Siete veces al día, la comunidad se reúne en la iglesia para llevar a cabo la obra principal de toda vida monástica: el Oficio Divino (Opus Dei, la obra de Dios), la plegaria cotidiana de la Iglesia. Las diferentes horas litúrgicas envuelven, preparan y prolongan la celebración diaria de la Eucaristía. El Oficio Divino santifica el día entero mediante la alabanza divina. En distintas partes del Oficio (antífonas, salmodia, responsorios, cánticos evangélicos) están recogidas en Antifonario, tanta para la celebración de los diversos tiempos litúrgicos como para las fiestas del Señor y de los Santos. Las melodías correspondientes al Oficio se encuentran en el Liber Hymnarius. Temas: Puer Natus Est Nobis: Introito (Modo VII) 3:40 Genuit Puerpera Regem: Antifona Y Salmo 99 (Modo II) 3:00 Ave Mundi Spes Maria: Secuencia (Modos VII Y VIII) 4:22 Occuli Omnium: Gradual (Modo VII) 3:25 Veni Creator Spiritus: Himno (Modo VIII) 2:36 Alleluia, Beatus Vir Qui Suffert (Modo I) 3:13 Os Iusti: Gradual (Modo I) 2:52 Spiritus Domini: Introito (Modo VIII) 3:50 Kyri Fons Bonitatis: Tropo (Modo III) 4:05 Laetatus Sum: Graual (Modo VII) 2:21 A Solis Orus Cardine: Himno (Modo III) 3:02 Christus Factus Est Pro Nobis: Gradual (Modo V) 2:45 Mandatum Novum Do Vobis: Antifona Y Saimo 132 (Modo III) 1:43 Media Vita In Morte Sumus: Responsorio (Modo IV) 6:14 Nos Autem: Introito (Modo IV) 2:55 Pange Lingua Gloriosi: Himno (Modo IV) ,2:46 Jacta Cogitatum Tuum: Gradual (Modo VII) 3:36 Gloria XV (Modo IV) 2:14 Veni Sancte Spiritus: Securncia (Modo I) 2:44 De Profundis: Ofertorio (Modo II) 1:34 Salve Regina (Solemne): Antifona (Modo I) 2:32 Kyrie XI, A (Modo I) 1:08 Salve, Festa Dies: Himno (Modo IV) 2:55 Puer Natus In Bethlehem: Ritmo (Modo I) 2:01 Alleluia, Dies Santificatus (Modo II) 2:28 Christe Redemptor: Himno (Modo I) 2:59 Christe Natus: Invitatorio (Modo IV) 3:25 Verbum Caro Factum Est: Responsorio (Modo VIII) 4:07 Hosanna Filio David: Antifona (Modo VII) 0:42 Puerl Hebraeorum Portantes: Antifona (Modo I) 2:13 Improperium: Ofertorio (Modo VIII) 2:38 Traditor Autem - Benedictus: Antifona (Modo I) - Cantico 4:40
Música Clásica para la Relajación y la Meditación
2020-06-11 15:13:14
Duración (h:m:s): 1:09:58
El canto gregoriano es el canto propio de la liturgia de la Iglesia Católica Romana. Heredado de una antiquísima tradición, este repertorio musical fue compuesto principalmente a partir de versículos de la Biblia en lengua latina. La historia del canto gregoriano es compleja: su origen y su desarrollo inicial no se conocen con certeza. Aunque la elaboración del canto gregoriano recibió muchas influencias de la música judía y griega, el gregoriano es principalmente latino. En Occidente, durante de los siglos III y IV, sobre la base de melodías recitativas de las primeras liturgias cristianas, se constituye una primera colección de cantos eclesiásticos con melodías muy sencillas. Varias regiones desarrollan un repertorio local propio: los cantos romanos, beneventanos (sur de Italia), milaneses o ambrosianos (norte de Italia), hispánicos y galicanos. Desde el siglo V al VII, los papas, principalmente León el Magno, Gelasio y Gregorio Magno a quien el canto gregoriano debe su nombre) contribuyen a la organización del repertorio a lo largo del año litúrgico. A mediados del siglo VIII, el reino franco de Pipino III el Breve adoptará la liturgia romana. Así los cantores romanos cruzan entonces los Alpes y la transmiten los cantos litúrgicos de Roma de manera oral, puesto que los manuscritos contenían los textos de los cantos pero no su melodía. Así en el norte de la Galia aparece un nuevo repertorio, fusión de elementos del canto romano y del galicano. Con Carlomagno, y gracias a los monasterios benedictinos que lo difunden por toda la cristiandad de Occidente, lo que se conocía ya como “canto gregoriano” alcanza su máximo esplendor. Durante el siglo X, el repertorio irá aumentando y se copia en manuscritos con distintas notaciones musicales. La lenta introducción del tetragrama en el siglo XI permite una transmisión más precisa de las melodías. Al final de la Edad Media, con la aparición de la polifonía, que deforma la frase, la melodía y sobre todo el ritmo del texto, el canto gregoriano entra en una etapa de declive progresivo. Tras ser descartado por el Renacimiento y el Protestantismo, se hicieron muchos intentos para restituir el canto gregoriano en base a la música moderna de principios del siglo XVII. Desfigurado y desnaturalizado, pierde su pureza y su poder expresivo al servicio de la plegaria de la Iglesia. Fue Dom Próspero Guéranger (1805-1875) quien tomó la iniciativa de restaurar el canto gregoriano a través de los manuscritos antiguos que se habían conservado. Este arduo trabajo, que la Iglesia encargó a la Abadía de Solesmes tras León XIII, se fue realizando en el taller de paleografía gregoriana del monasterio. Éste sigue en activo hoy en día para que, como deseaba el papa Pío X, todo el mundo pueda rezar ayudado por la belleza de la música. Formas musicales gregorianas El canto gregoriano forma parte de la tradición de la Iglesia Católica. Éste tiene, por su propia naturaleza, un lugar central en la liturgia, en la celebración y la plegaria del pueblo de Dios. El repertorio gregoriano se encuentra en los libros litúrgicos, principalmente en el Gradual para las piezas que se emplean la Misa y el Antifonario para las del Oficio Divino. Los cantos de la Misa El Gradual, libro que contiene las piezas gregorianas cantadas durante la Eucaristía, se compone de tres grandes partes: el Propio, el Común y el Ordinario. El Propio contiene las piezas para cada domingo del Año litúrgico (Adviento, Cuaresma, Pascua, Tiempo ordinario), las fiestas del Señor y las de los santos. Estas piezas son: el Introito, el Gradual, el Aleluya, el canto de ofertorio y el canto de comunión. También contiene los tractos, que se cantan antes de la lectura evangélica en las Misas de Cuaresma, y las cuatro secuencias (Victimæ paschali laudes, Veni Sancte Spiritus, Lauda Sion, Stabat Mater). El Común reúne las piezas que se cantan en las fiestas de los santos que no tienen piezas propias. Así se agrupan en las piezas en diferentes grupos de comunes según las categorías de los santos. Además de los cánticos del Propio y el Común, la celebración de la misa incluye cantos con texto fijo, independientemente del día o fiesta: el Ordinario, que incluye el Kyrie, el Gloria, el Credo, el Sanctus y el Agnus Dei. El gradual ofrece distintas melodías para las piezas del ordinario, que se eligen dependiendo del tiempo litúrgico y de las categorías de las fiestas. El Oficio Divino Siete veces al día, la comunidad se reúne en la iglesia para llevar a cabo la obra principal de toda vida monástica: el Oficio Divino (Opus Dei, la obra de Dios), la plegaria cotidiana de la Iglesia. Las diferentes horas litúrgicas envuelven, preparan y prolongan la celebración diaria de la Eucaristía. El Oficio Divino santifica el día entero mediante la alabanza divina. En distintas partes del Oficio (antífonas, salmodia, responsorios, cánticos evangélicos) están recogidas en Antifonario, tanta para la celebración de los diversos tiempos litúrgicos como para las fiestas del Señor y de los Santos. Las melodías correspondientes al Oficio se encuentran en el Liber Hymnarius. Temas: Puer Natus Est Nobis: Introito (Modo VII) 3:40 Genuit Puerpera Regem: Antifona Y Salmo 99 (Modo II) 3:00 Ave Mundi Spes Maria: Secuencia (Modos VII Y VIII) 4:22 Occuli Omnium: Gradual (Modo VII) 3:25 Veni Creator Spiritus: Himno (Modo VIII) 2:36 Alleluia, Beatus Vir Qui Suffert (Modo I) 3:13 Os Iusti: Gradual (Modo I) 2:52 Spiritus Domini: Introito (Modo VIII) 3:50 Kyri Fons Bonitatis: Tropo (Modo III) 4:05 Laetatus Sum: Graual (Modo VII) 2:21 A Solis Orus Cardine: Himno (Modo III) 3:02 Christus Factus Est Pro Nobis: Gradual (Modo V) 2:45 Mandatum Novum Do Vobis: Antifona Y Saimo 132 (Modo III) 1:43 Media Vita In Morte Sumus: Responsorio (Modo IV) 6:14 Nos Autem: Introito (Modo IV) 2:55 Pange Lingua Gloriosi: Himno (Modo IV) ,2:46 Jacta Cogitatum Tuum: Gradual (Modo VII) 3:36 Gloria XV (Modo IV) 2:14 Veni Sancte Spiritus: Securncia (Modo I) 2:44 De Profundis: Ofertorio (Modo II) 1:34 Salve Regina (Solemne): Antifona (Modo I) 2:32 Kyrie XI, A (Modo I) 1:08 Salve, Festa Dies: Himno (Modo IV) 2:55 Puer Natus In Bethlehem: Ritmo (Modo I) 2:01 Alleluia, Dies Santificatus (Modo II) 2:28 Christe Redemptor: Himno (Modo I) 2:59 Christe Natus: Invitatorio (Modo IV) 3:25 Verbum Caro Factum Est: Responsorio (Modo VIII) 4:07 Hosanna Filio David: Antifona (Modo VII) 0:42 Puerl Hebraeorum Portantes: Antifona (Modo I) 2:13 Improperium: Ofertorio (Modo VIII) 2:38 Traditor Autem - Benedictus: Antifona (Modo I) - Cantico 4:40
Música Clásica para la Relajación y la Meditación
2020-06-11 14:19:27
Duración (h:m:s): 3:33:33
La música de este albúm fue tomada de un manuscrito originalmente ubicado en la basílica del Santo Sepulcro. Fue utilizado por la Orden del Templo de Salomón (Los Caballeros Templarios). La secuencia de apertura fue grabada en la Catedral de Canterbury. La efigie de bronce es la tumba de Eduardo el Príncipe Negro (1330-1376). La tumba está situada en la catedral de Canterbury. El Doom Painting está situado en la Iglesia de la Santísima Trinidad, Coventry. La Mesa Redonda, está situada en el Gran Salón del Castillo de Winchester. La Orden Más Noble de la Liga se filmó en la Capilla de San Jorge, Castillo de Windsor. La 'Corona de una reina inglesa' está encerrada en una bóveda en el Palacio Residenz en Munich. La corona es el único objeto en el inventario de Ricardo II que sobrevive hoy y es la corona sobreviviente más antigua de Inglaterra c. 1380. El 'díptico de Wilton' fue pintado como un retablo portátil para la devoción privada del rey Ricardo II que gobernó Inglaterra desde 1377 hasta 1399. Ahora se exhibe en la Galería Nacional de Londres. Ricardo II es presentado por tres santos ante la Virgen y el Niño y una compañía de once ángeles. El más cercano a Richard es su patrón, San Juan Bautista. Detrás están San Eduardo el Confesor y San Edmund, reyes ingleses anteriores que fueron venerados como santos. Del latin: Salve regina misericordie Vita dulcedo et spes nostra salve. Ad te clamamus exules filii Eve. Ad te suspiramus gementes et flentes in hac lacrimarum valle. Eya ergo advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos convente Et ihesum benedictum fructus ventris tui nobis post hoc exilium ostende. O clemens, o pia, o dulcis Maria. Alpha et omega misit de superis gloriosum solamen miseris, cum Gabriel a summa gerarchia paranimphus dicit in armonia: Ave Virgo Maria. O clemens, o pia, o dulcis Maria. O pastores pro Deu surgite, quid vidistis de Christo dicite. Reges Tharsis de stella visione sint testes in apparitione: Ave Virgo Maria. O clemens, o pia, o dulcis Maria. Fons humilis, aquarum puteus, rosa mundi, splendor sydereus, amigdalus Aaron fructuosa, precantibus esto lux gloriosa: Ave virgo Maria. Traducción: Dios te salve, reina de la misericordia. ¡Nuestra vida, nuestro consuelo y nuestra esperanza, salve! A ti lloramos, los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos, gimiendo y llorando, En este valle de lágrimas. Oh tú, nuestro abogado, enciéndenos tus ojos misericordiosos y Jesús, el bendito fruto de tu vientre, muéstranos después de esto nuestro exilio. Oh clemente, oh pío, oh gentil María. El Alfa y Omega enviados desde lo alto un glorioso consuelo para el sufrimiento cuando del rango más alto de ángeles la paraninfa * Gabriel declaró armoniosamente: Dios te salve, Virgen María. Oh clemente, oh pío, oh gentil María. Oh pastores, levántate delante de tu Dios, Relata lo que has visto de Cristo. Que los reyes de Tharsis den testimonio que vieron aparecer la estrella: Dios te salve, Virgen María. Oh clemente, oh pío, oh gentil María. Fuente humilde, bien dando aguas, rosa del mundo, divina esplendor, vara fértil de Aarón, Sé la luz gloriosa de los que te cazan: Dios te salve, Virgen María. Oh clemente, oh pío, oh gentil María.
Música Clásica para la Relajación y la Meditación
2020-06-11 14:19:27
Duración (h:m:s): 3:33:33
La música de este albúm fue tomada de un manuscrito originalmente ubicado en la basílica del Santo Sepulcro. Fue utilizado por la Orden del Templo de Salomón (Los Caballeros Templarios). La secuencia de apertura fue grabada en la Catedral de Canterbury. La efigie de bronce es la tumba de Eduardo el Príncipe Negro (1330-1376). La tumba está situada en la catedral de Canterbury. El Doom Painting está situado en la Iglesia de la Santísima Trinidad, Coventry. La Mesa Redonda, está situada en el Gran Salón del Castillo de Winchester. La Orden Más Noble de la Liga se filmó en la Capilla de San Jorge, Castillo de Windsor. La 'Corona de una reina inglesa' está encerrada en una bóveda en el Palacio Residenz en Munich. La corona es el único objeto en el inventario de Ricardo II que sobrevive hoy y es la corona sobreviviente más antigua de Inglaterra c. 1380. El 'díptico de Wilton' fue pintado como un retablo portátil para la devoción privada del rey Ricardo II que gobernó Inglaterra desde 1377 hasta 1399. Ahora se exhibe en la Galería Nacional de Londres. Ricardo II es presentado por tres santos ante la Virgen y el Niño y una compañía de once ángeles. El más cercano a Richard es su patrón, San Juan Bautista. Detrás están San Eduardo el Confesor y San Edmund, reyes ingleses anteriores que fueron venerados como santos. Del latin: Salve regina misericordie Vita dulcedo et spes nostra salve. Ad te clamamus exules filii Eve. Ad te suspiramus gementes et flentes in hac lacrimarum valle. Eya ergo advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos convente Et ihesum benedictum fructus ventris tui nobis post hoc exilium ostende. O clemens, o pia, o dulcis Maria. Alpha et omega misit de superis gloriosum solamen miseris, cum Gabriel a summa gerarchia paranimphus dicit in armonia: Ave Virgo Maria. O clemens, o pia, o dulcis Maria. O pastores pro Deu surgite, quid vidistis de Christo dicite. Reges Tharsis de stella visione sint testes in apparitione: Ave Virgo Maria. O clemens, o pia, o dulcis Maria. Fons humilis, aquarum puteus, rosa mundi, splendor sydereus, amigdalus Aaron fructuosa, precantibus esto lux gloriosa: Ave virgo Maria. Traducción: Dios te salve, reina de la misericordia. ¡Nuestra vida, nuestro consuelo y nuestra esperanza, salve! A ti lloramos, los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos, gimiendo y llorando, En este valle de lágrimas. Oh tú, nuestro abogado, enciéndenos tus ojos misericordiosos y Jesús, el bendito fruto de tu vientre, muéstranos después de esto nuestro exilio. Oh clemente, oh pío, oh gentil María. El Alfa y Omega enviados desde lo alto un glorioso consuelo para el sufrimiento cuando del rango más alto de ángeles la paraninfa * Gabriel declaró armoniosamente: Dios te salve, Virgen María. Oh clemente, oh pío, oh gentil María. Oh pastores, levántate delante de tu Dios, Relata lo que has visto de Cristo. Que los reyes de Tharsis den testimonio que vieron aparecer la estrella: Dios te salve, Virgen María. Oh clemente, oh pío, oh gentil María. Fuente humilde, bien dando aguas, rosa del mundo, divina esplendor, vara fértil de Aarón, Sé la luz gloriosa de los que te cazan: Dios te salve, Virgen María. Oh clemente, oh pío, oh gentil María.
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